Importancia de la conformación en la funcionalidad de los caballos
Ernesto Viramontes Ramos
publicado en Revista A Caballo No. 83
publicado el 29/03/2007
En Zootecnia se conocen dos tipos de belleza en los caballos: la belleza física, que es la que manifiesta el animal a través de su estructura morfológica y la belleza zootécnica, reflejada en estos ejemplares por sus virtudes en cualquier actividad propia de su especie, sin embargo para que un caballo pueda tener un alto desempeño deportivo o de trabajo, su fenotipo o exterior debe estar adecuado a la disciplina ecuestre a la que será destinado, es decir que la conformación va de acuerdo a la función.
Un animal del tipo o raza que sea deberá tratar de apegarse al ideal o prototipo establecido como estándar de su raza o inclusive a su tipo, de acuerdo a sus líneas de sangre acordes con su función zootécnica.
Un caballo debe tener equilibrio, balance y armonía, lo cual se traduce en belleza física y estilo, con esto quiero decir que la funcionalidad de un animal requiere de proporciones adecuadas ya que especialmente los caballos de silla con su jinete deben repartir convenientemente su peso en el tren anterior y posterior de acuerdo al ejercicio que están realizando desplazando su centro de gravedad, actuando como balancín su cuello.
Un animal muy pesado de adelante y pobre de su tren posterior no reparte adecuadamente su fuerza esta es una de las razones porque se busca en los eventos morfológicos en cualquier raza al ejemplar mas equilibrado y armónico ya que las posibilidades físicas de un caballo varían o van en razón directa con la conformación y el temperamento.
En diversas ocasiones he sido cuestionado respecto a que le doy mucha importancia a la conformación o estructura morfológica de los caballos, sin embargo considero que un ejemplar especialmente el que se destina a la silla mientras más se aproxime a el ideal de acuerdo con su raza o biotipo constitucional será mas equilibrado físicamente y a su vez si esta bien adiestrado o entrenado lograra también mas fácil y adecuadamente su equilibrio funcional, ya sea al paso, trote o galope, inclusive en aires de alta escuela o carreras.
Un caballo con una conformación aceptable o regular, puede tener mas fácilmente su equilibrio funcional en forma natural en manos de un buen jinete sin embargo un animal de conformación irregular solo alcanzara ese equilibrio en forma artificial basado en la habilidad y experiencia de su jinete descomponiéndose fácilmente en manos de un jinete novato o inexperto. Existen así mismo unos caballos irregulares o desbalanceados que buscan un equilibrio funcional de acuerdo con su conformación irregular pudiendo realizar convenientemente su trabajo pero nunca tendrán el equilibrio apropiado.
Para ser mas explicito se dice que en equitación un caballo tiene su punto de equilibrio cuando sus vértebras dorsales tracen una línea horizontal en relación a una línea imaginaria que vaya de la punta de encuentro a la punta de la nalga o quijote, ubicando al jinete en medio del dorso considerando que el cuello actúa como un balancín en conjunción con el cuerpo del jinete.
Así podemos ahora decir que la alta escuela y adiestramiento requieren del jinete en una postura de equilibrio o postura al centro.
Es un hecho que ningún jinete alcanzara la perfección con un caballo sin equilibrio ya que de acuerdo con la disciplina ecuestre que se practique un animal con equilibrio morfológico deberá tener en manos de un buen jinete un equilibrio funcional perfecto desplazando adecuadamente su centro de gravedad hacia atrás o hacia adelante, como en el caso del caballo de salto y el de carreras que requieren de una postura del jinete hacia adelante. Un animal así mismo debe ser adiestrado para recibir mayor peso en el tren posterior ya que ningún caballo podrá efectuar giros cerrados (lados) rápidamente sin este requisito.
Todas las razas equinas a través del tiempo han sufrido transformaciones o cambios en su prototipo racial lo cual apreciamos claramente cuando comparamos fotografías de caballos del pasado con los actuales en una determinada raza, pero podríamos decir que en general son ahora mas bellos y perfeccionados modificando su estructura morfológica de acuerdo con su función zootécnica, tendencias del mercado o modas a veces efímeras, pero lo que seria reprobable desde mi personal punto de vista es hacer una selección que no tenga en cuenta, en el tipo de caballo que sea y cualquier raza que se trate el equilibrio, balance y por lo tanto la armonía del caballo, así como su temperamento.
Hay animales muy vivaces pero que son muy dóciles al trabajar, sin embargo los hay también muy mansos y tranquilos antes de empezar su entrenamiento y que resultan difíciles o desagradables por ser muy flojos s pesar de mostrar músculos fuertes y poderosos y cabe preguntarnos si la causa de esta pereza no sea a consecuencia de problemas nutricionales durante su crecimiento o algún problema de sobrealimentación que provoque que el animal este muy obeso o engrasado por falta de ejercicio, el cual deberá darse siempre en forma progresiva o gradual. Los hay también con una conformación física irregular o desbalanceada que sin embargo no les causa inconvenientes aparentemente, no ofreciendo resistencia alguna por tener un temperamento extraordinario, al ser muy dócil, noble y valiente, pero con estos caballos su jinete o entrenador debe estar conciente sobre todo de que si se trata de problemas graves de aplomos y angulaciones no abusar de las bondades del animal moderando su ejercicio a fin de evitar en forma prematura lesiones de ligamentos, tendones y articulares, ya que así mismo si empieza a tener dolor en alguna región el animal podría mostrar resistencia teniendo una reacción desfavorable o de rebeldía.
Un caballo de conformación equilibrada o regular siempre avanzará en forma simétrica, no teniendo que esforzarse demasiado mediante un movimiento libre y natural no debiendo alcanzarse ni rozarse (común en animales con defectos de aplomos).
Es muy importante que los jinetes o entrenadores tomen muy en cuenta que el tamaño, proporción, anulación y aplomos de los miembros y su relación con el tronco tienen una influencia muy importante en los movimientos del caballo, de ahí que la conformación del animal determine el desempeño de este en cualquier disciplina ecuestre, mas aun si se trata de ejemplares destinados a evoluciones perfectas como son los aires cortos, adiestramiento y alta escuela (paso, trote reunido, galope reunido, trabajo en dos pistas etc.)
Un caballo de excelente conformación y buen temperamento en manos de un buen jinete con experiencia debe acomodarse fácilmente a las exigencias racionales de este sin oponer resistencia ya que teóricamente no tiene razón alguna para ofrecer dificultades porque cuenta con miembros simétricos, bien aplomados y proporciones adecuadas, cosa que la naturaleza no concedió a los animales asimétricos o desproporcionados y con malos aplomos, que muchas veces suplen sus carencias con un temperamento extraordinario, pero en ciertas disciplinas ecuestres no podrán nunca alcanzar la perfección, aun cuando tengan un gran corazón y entrega a pesar de que en muchas ocasiones su falta de armonía les haga el trabajo desagradable y pesado llegando a veces a tener que sufrir dolores en algunas regiones de su anatomía.
La morfología de un caballo de acuerdo con su raza e inclusive su tipo dentro de la misma raza no son iguales lógicamente, sin embargo eso no quiere decir que no este equilibrado o armónico sus proporciones cambian pero no su simetría las formas anatómicas, alzada y longitud del tronco varían pero siempre deberá buscarse el balance apropiado entre sus regiones externas, buscando siempre un caballo que sea bello por dentro y por fuera.